El viernes 15 la nevada se adelanto y estuvo nevando durante todo el día, aparentemente los espesores iban aumentando considerablemente pero...seria suficiente?ya por la noche comenzó a cuajar a cotas bajas, incluso el centro de Reinosa se tiño de blanco así que decidimos que a la mañana siguiente subiríamos hacia el valle de Campoo para comprobar in situ la nevada, con los esquís en el maletero, por supuesto.
Parecía que durante la mañana del sábado habían posibilidades de una pequeña ventana de buen tiempo y asi fue asique para arriba!la primera nieve cuajada se encontraba en los praos de la parte de arriba de Rioseco, Obios, Pabuenzo..en torno a los 800-900m de altitud. Todo el valle de Campoo estaba blanco así que nos dirigimos a Proaño, donde el Liguardi y el bosque nos protegerían del fuerte viento noreste. Confirmamos que había nieve suficiente, al menos para foquear, así que esquís y adelante.
A la altura del pueblo habrían aproximadamente unos 20 centímetros, y a medida que subíamos mas. Dos perros decidieron que hacia buena mañana para dar una vuelta y se nos unieron así que los 4 en fila turnándonos para abrir la huella subimos en dirección al bosque
Cuando salimos de Proaño había cielo plomizo y 1 grado positivo pero sin viento y con algunos claros que nos hacían ilusionarnos
Subimos por la pista hasta el deposito del agua, de allí directos hasta la portilla y al bosque, a disfrutar con los cinco sentidos...
A ratos salia el sol, el bosque estaba precioso!
Recorrimos el espeso robledal por la pista y cuando ganamos altura y los robles dejaron paso a los hayas y se aclaro el bosque tiramos a derecho para ganar altura mas rápido y buscar una buena bajada. Cada vez había mas nieve, seguramente unos 30 o 40 centímetros tranquilamente.
Avanzando por el bosque sorprendimos a un grupo de venadas con un macho que salieron pitando al vernos, mas tarde nos cruzamos con un corzo también pero no nos dio tiempo a fotografiarle
Seguimos subiendo por lugares mágicos
No nos cruzamos con nadie en toda la mañana pero si que vimos huellas de botas, que casualidades, luego supe que eran de Oliver, ademas de su huella habian infinitos rastros de animales.
E
Nuestros amigos, al aumentar el espesor de la nieve, nos seguían por nuestra huella y hasta se subían a las espátulas de los esquís para andar mas cómodos.
Aunque la nieve había caído en las ultimas 24 horas el fuerte viento había tirado muchas hojas.
Llegamos hasta el final del bosque, a partir de este punto la ventisca hacia muy difícil continuar hacia la cima así que quitamos las pieles y nos dimos la vuelta para disfrutar de la esquiada
la nieve, algo apelmazada en unas partes y suelta en otras se esquiaba muy bien y disfrutamos de una buena bajada entre hayas y robles
Llegamos esquiando hasta el coche en Proaño y como era pronto nos fuimos a comer al Montero en Soto
Hoy domingo parece que sigue nevando y lo seguira haciendo toda la semana asi que puede que la semana que viene puede presentarse un panorama interesante, que empiece la fiesta!
Nos estuvimos esquivando Carlos... esto solo pasa una vez... el próximo día se unen expediciones jejeje. Cómo estaba el bosque de flipante, eh??? Fenomenal trabajo!!!!
ResponderEliminarOliver