Aprovechando el puente de Santiago, despues de haber subido el Pic d'Anie, cambiamos la montaña por la playa y nos fuimos a pasar un par de dias a las Landas. Como siempre, ese increible tramo de costa nunca defrauda y aunque en verano la mayor parte del dia hay un viento on-shore que estropea las olas, a veces, madrugando, al subir la duna a las 7 de la mañana te encuentras con imagenes como estas...
De 7 a 9 de la mañana ocho afortunados nos cogimos unas olas cojonudas en algún lugar entre Anglet y Seignosse...
También hubo tiempo para el surfing cuando el viento de mar estropeo estas olas perfectas y en los dos días que pasamos allí me di varios baños divertidos
Al final lo mejor del viaje, como siempre, la compañia, los buenos recuerdos y las ganas de volver
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