Después de un buen día en la zona de San Isidro cuando subimos el Valmartin, y otro día algo mas peleón en el puerto de las Señales hubo un fin de semana de mal tiempo que aprovechamos para hacer otras cosas pero el lunes todavía lo teníamos libre y la previsión era de buen tiempo así que buscamos un objetivo en la zona del puerto de Pajares, así en tres días habríamos esquiado tres zonas diferentes y también nos quedaba mas cerca de Turon. El objetivo del día era el Brañacaballo, aunque teníamos varios "planes B" por si el plan inicial fallaba. A la altura del puerto de Pajares los primeros rayos del sol iluminaban las nevadas cumbres del macizo de Peña Ubiña dejando una estampa preciosa, donde no aparecía la nieve era en Pajares...la nevada de los últimos dos días había caído de norte pero con la cota alta, a unos 1500m, por lo que a la altura del puerto había sido todo agua...empezamos bien. Aun así no perdimos la esperanza y condujimos hacia Millaro de la Tercia, confiando en que ese plus de altitud nos daría una posibilidad, ademas a la altura de Camplongo de Arbas vimos la parte superior del Brañacaballo y tenia muy buena pinta.
Una vez en Millaro perros, frío y hielo pero ni rastro de la nieve. Aun así no nos echamos atrás y confiando en la imagen que habíamos visto antes pusimos los esquís en la mochila y pusimos rumbo a la nieve.
Se sale por la pista situada al final del pueblo hacia la izquierda. Caminamos hasta un collado que hay sobre el pueblo y en menos de 20 minutos ya encontramos nieve en la pista suficiente para foquear así que nos pusimos a ello. Al ganar altura ganamos en vistas y espesor del manto, nieve reciente por la que nos turnamos para abrir huella, ya que por aquí no había pasado nadie tras la nevada. La parte superior presentaba buen aspecto, por encima de los 1600m encontramos cantidad y calidad y de momento el dia esta totalmente despejado asi que nos las prometíamos muy felices para la bajada por la palona sur del Brañacaballo.
Seguimos la pista hasta plantarnos al pie de esta ultima pala, por delante nuestro 500 m de desnivel que salvamos trazando zetas por el contrafuerte que divide las caras sureste y suroeste de la montaña, ya que habiendo nieve reciente no queríamos subir por mitad de toda la pala. La pendiente es sostenida salvo al final que esta un poco mas empinada pero se sube con esquis de maravilla, la pena era que unas nubes velaban el sol creando unos juegos de luces muy bonitos pero impidiendo que los rayos las atravesaran y así la nieve continuara transformandose por lo que unido al helador viento del norte se comenzó a crear una fina costra.
Los últimos metros, tras salvar la parte mas empinada, transcurren por una gran meseta cimera hasta el vértice, desde donde podemos ver el resto de cumbres dela sierra del Cuadro, desde la Carva y el Celleros en primer plano, hasta el Estorbin, el Tres Concejos o el Cellon. Las cotas altas presentan un aspecto fantástico También se distingue Peña Ubiña al oeste, al este el sector de Vegarada, San Isidro, el Mampodre..la panorámica es preciosa, y mas aun con las cumbres cubiertas por la nieve reciente y bañadas por la débil luz de diciembre pero el frío es helador asi que hacemos la transición lo mas rápido que podemos, (alguno algo lento en estas primeras transiciones de la temporada) y nos vamos para abajo.
En vez de bajar por la pala suroeste como había planeado en un principio que a estas alturas estaría transformada por el sol de la tarde, decidimos bajar por la sureste, ya que era la zona que mas sol había recibido por lo que las zonas donde su hubiera formado costra, esta seria mas débil. Nos encontramos un poco de todo, primero polvo, luego polvo apelmazado, nieve dura, costra y de nuevo polvo sin transformar, pudimos disfrutar de la bajada pero nos queda la espina clavada de pillar toda la pala con buena nieve primavera de arriba a abajo, volveremos!la parte de abajo nos deslizamos por la pista por la que subimos, en algunas zonas con una costra de manual, de las que se encarrila el esquí sin solución, pero al ir perdiendo altura y subir la temperatura encontramos la nieve mejor y podemos afirmar que pudimos acabar disfrutando hasta que se acabo la nieve. De bajada escogimos una pista diferente a la de subida, tratando de acercarnos mas al pueblo con los esquis puestos aunque al final el porteo fue similar, y tras atravesar un escobal y unos prados volvimos por la otra pista al punto de salida después de otro gran dia de esqui de montaña.
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