Al amanecer el mar estaba precioso, aunque muy pequeño, y con la marea subiendo sabia que si quería coger alguna ola decente era el momento así que no lo dude.
Al final me pude coger unos tubines antes de desayunar, en bañador y prácticamente solo en el agua, cuando subió la marea nos fuimos a Seignosse a seguir disfrutando del día de playa y de olas mas planas para el tablón cuando empezó a salir el viento, buen domingo, increíble fin de semana.
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