viernes, 15 de noviembre de 2013

Chalet des Pyramides 1895m, Bossons, Chamonix 21-10-13

Llevábamos ya casi año y medio sin estar en los Alpes, y aunque el otoño, a priori, no parecía la mejor época, con predicciones meteorológicas inestables y sin la suficiente nieve en las montañas para esquiar pero con demasiada para plantearnos algún proyecto ambicioso en altitud, metimos todo el material en la furgo y con más ganas e ilusión que otra cosa pusimos rumbo a Chamonix.

Ahora, volviendo de vuelta a casa, no podemos estar más contentos, después de una semana mágica viendo glaciares, amaneceres y atardeceres otoñales, caminando por bosques de alerces en su máximo esplendor, esquiando buena nieve e incluso hollando alguna cumbre,  solo contamos el tiempo que nos resta para volver a esas montañas.

Como salimos tarde de Santander tuvimos que parar a dormir cerca de Lyon, al día siguiente llegando a St Gervais les Bains algo antes del mediodía vimos emerger hacia el cielo ante nosotros la cima de Europa occidental, altivo sobre la aiguille de Bionassay y la dome de Gouter el Mont Blanc.

Cautivados por el embrujo de sus glaciares condujimos hacia Chamonix y a la altura de Les Bossons, y sin ningún plan premeditado aparcamos, metimos un poco de comida en la mochila,  los frontales, por si acaso, y nos dirigimos hacia la morrena del glaciar de Bossons para ver aquella maravilla de cerca.

Salimos desde el trampolín de salto, a unos 1000m de altitud y ascendimos por un senderito a su derecha hasta una urbanización. Desde allí cogimos un sendero hacia el “Chalet du glacier des Bossons”. Son las dos del mediodía pero el sol de otoño ya se va dejando caer hacia el oeste y se cuela entre los alerces y las epiceas. 




El sendero discurre trazando lazadas por el interior del bosque aunque por algunos claros entre los arboles comprobamos como nos vamos elevando sobre el valle hasta llegar a un pequeño balcón donde está situado el chalet y desde donde damos vista al glaciar de cerca, las imágenes hablan por sí solas de esta maravilla de la naturaleza.



Como todavía es pronto seguimos hacia arriba, todos estos bosques están recorridos por buenos senderos y el embrujo de los glaciares nos hace desear subir mas alto, verlo todo desde más cerca…



Continuamos por un sendero hacia la Jonction, punto donde se unen los glaciares de Bossons y Taconaz, caminamos sobre el contrafuerte que separa ambos glaciares, no pretendemos llegar tan alto pero esperamos poder asomarnos de cerca.

A medida que vamos subiendo la luz de la tarde envuelve el bosque de un aurea mágica. De vez en cuando el bosque se abre también hacia el glaciar de Taconaz, mas arriba distinguimos también la Aiguille y el Dome de Gouter.





Finalmente llegamos a otro espectacular balcón sobre el glaciar de Bossons donde se sitúa el Chalet Des Pyramides. Estamos a 1895m y es el punto más alto que vamos a alcanzar hoy.

  Desde el chalet de Bossons solo nos hemos cruzado con un chico que iba corriendo, lo demás total soledad y silencio. El ambiente es sobrecogedor, rodeados de hielo y gigantes, es uno de los sitios más bonitos donde he estado nunca.


Las caprichosas formas del hielo del glaciar de Bossons nos hipnotizan




Aunque gustosamente nos quedaríamos aquí arriba a dormir, el chalet esta cerrado y no tenemos nada con lo que pasar la noche por lo que después de disfrutar un buen rato del lugar tenemos que volver al valle.



La bajada se hace más rápida, aunque sabemos que tenemos el tiempo mas que justo. Durante el descenso oímos varios animales en el bosque aunque solo conseguimos  ver un rebeco que descubrió Paz a escasos metros de nosotros, observándonos en silencio.

Una de las cosas que más me ha sorprendido positivamente es que estas montañas, a pesar de la fama y el turismo son terreno salvaje prácticamente desde el fondo del valle.
 Llegando al Chalet de Bossons prácticamente estaba anocheciendo y a los pocos minutos tuvimos que encender los frontales por primera vez (y no ultima) durante este viaje, el senda no tenia perdida por lo que aun sabiendo desde hacía tiempo que llegaríamos de noche al coche no nos importo, es más, teníamos ganas de andar por el bosque de noche!
Y asi entre las luces de las linternas llegamos a la furgo, muy satisfechos con nuestro primer contacto con los Alpes después de tanto tiempo y con muchas ganas de mas!

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