Al fin el domingo se pudo disfrutar de un buen día de
montaña, con buena nieve, sol y viento en calma. Como Paz trabajaba pensé en ir
a Campoo pero me apetecía ir por alguna zona diferente de las habituales. Sabia
por las condiciones del día anterior que habría mejor nieve en las caras norte
gracias a las pequeñas nevadas de las últimas dos noches así que como primera
idea pensé en subir al Ijan y ver que tal estaban las bajadas hacia Sejos, pero
al pasar Espinilla la mirada se me fue hacia el valle que baja al noreste del
Cotomañinos, tenía muy buena pinta.
En la Lomba la guardia civil estaba mandando a los coches
darse la vuelta, la estación de esquí estaba llena, pero les convencí
diciéndoles que no iba a subir, que me quedaría en el Henar.
Aparque y coloque
los esquís en la mochila, sabía que no pillaría nieve hasta el puente de el
Culero como poco pero tampoco me importo mucho, es domingo, no hay prisa y hace
un día cojonudo.
Al pasar el puente y entrar en la cara umbría del valle
comienzan los neveros y algo más adelante ya me pongo los esquís por nieve
continua, a partir de este punto a unos 400m del puente solo tuve que quitar
esquís una vez más en todo el día.
Por la pista se avanza muy bien, nieve compactada por las
lluvias de los días pasados que se ha helado y sobre la que han caído un par de
centímetros de polvo, perfectos para foquear. Se llega a un gran invernal donde
se acaba la pista y hay que buscarse la vida para atravesar una zona de escobas
y superadas las escobas se entra en el bosque, un precioso robledal, ya mas
limpio aunque con numerosas piedras, raíces y arbustos por donde hay que ir
buscando el mejor camino para subirse en lo alto del cordal que me llevara
hasta la cima del Cotomañinos.
Con mas nieve no hace falta recorrer toda la
pista y casi desde el culero se puede buscar los mejores pasos para subir por
el bosque directamente.
Avanzo por el bosque, dejándome caer levemente al norte
para pillar mas nieve, en la divisoria y al sur se foquea peor con menos nieve
y más obstáculos.
El bosque esta precioso, lleno de rastros de animales, esta
es una de las zonas más salvajes de Campoo y se nota, hay cientos de huellas en
todas direcciones, unas más viejas y otras más recientes, venaos, jabalíes,
zorros y algunos más campan a sus anchas por estos umbríos robledales.
Aunque la pendiente no es muy acusada pronto se supera el bosque
y salgo a terreno abierto, veo a otro grupo de esquiadores bajando por donde iré
yo en un rato y parece que la nieve está bastante bien. Sigo hasta la Peña el
Rostro y me les encuentro, van a bajar ahora hacia Guzmerones, al encontrarnos
nos damos cuenta de que ya nos conocíamos de otras veces en las mismas
circunstancias. El grupo corrobora las buenas condiciones de la bajada y me
animan, ya tengo la cumbre cerca. Nos despedimos y continuo hacia el objetivo,
ahora ya cercano. Aunque el día está aguantando muy bien a partir del mediodía
el flujo de sur no para de mandar nubes que se cuelan por los collados desde la provincia de Palencia, no son nubes como para estropear el día pero cuando me voy acercando
a la divisoria la sensación térmica baja rápidamente debido a las nubes y el
viento así que me apuro en los últimos metros hasta el Cotomañinos, cima!!No
veo nada hacia la Pernia, justo estoy dentro de una nube así que aprovechando
un claro, y en previsión de que no vengan muchos más, quito pieles y me lanzo
por las agradables pendientes de la cara este de la montaña.
La nieve esta cojonuda y mejor cuanto más me meto al fondo
de la cuenca como me dijeron un rato antes. La nieve reciente de los últimos
dos días se ha acumulado de manera uniforme y la bajada es una maravilla.
Bajo
por el fondo del valle todo lo que puedo hasta que la nieve empieza a escasear,
en ese momento trazo una diagonal entre escobas para coger el camino por el que
he venido y por el que volveré al punto de inicio así que suelto taloneras y
voy sorteando los arbustos hasta llegar a la huella de subida, más o menos a la
altura del inicio del bosque así que me vuelvo a dejar caer un poco hacia el
norte, vuelvo a fijar las taloneras y continuo deslizándome por el bosque con
el sol de la tarde colándose entre los árboles, precioso!
Al final, para volver a coger la pista hay que hacer un poco
de agro-ski y pasar agachado por debajo de las escobas pero sin mayores
contratiempos llego de nuevo al gran invernal y cojo la pista de vuelta por la
que me dejo llevar muy contento por la bonita excursión que me ha salido, hasta
que se acaba la nieve, entonces de nuevo me toca colocar los esquís en la
mochila y portear hasta el coche, y aunque ahora ya estoy más cansado que
antes no me importa el paseo mientras
voy viendo a un grupo de venadas que han salido al acebal al sol del atardecer
y conversando con los guardas que me encuentro casi llegando al puente, me ha salido una excursion muy bonita, por una zona que, a pesar de estar muy cerca de la estacion de esqui, no es muy frecuentada y ademas he podido pillarlo con buenas condiciones!
Croquis de la ruta, en verde el porteo, en rojo la subida y en azul la bajada. Fuente: Sig-pac
Y solo queda recorrer la pista, otra vez con los esquis a la espalda, otro bonito dia de esqui de travesia.
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