Aparcamos en la parte de abajo del pueblo aunque la nieve se encontraba algo mas lejos de lo que nos esperábamos, aun así en apenas media hora ya estábamos foqueando. Como hacia una tarde cojonuda en vez de ir hacia el Cueto Cucon que ya habíamos esquiado hacia unas semanas decidimos ir hacia la siguiente cumbre del macizo, la Mesa Bexejo, una cota que ninguno de los tres habíamos hollado nunca a pesar de haber pasado cerca.
Cogimos la pista que va hacia el collado de las Invernaillas y alternando zonas despejadas con pequeños bosques de robles y algún hayedo fuimos avanzando hacia el objetivo. La pista pierde algo de altura antes de que nos saliéramos de ella hacia la derecha y por una gran pala trazando zetas hacia la cima. Poco a poco el atardecer le iba ganando la partida a las luces del día, y el viento del nordeste nos obligaba a ponernos algo mas de ropa ya que habíamos hecho toda la subida únicamente con una térmica y sin guantes. Desde la cumbre teníamos una visión privilegiada de las cercanas cimas de la Mesa la Yuncá y el imponente Cuernon de Peña Sagra, con huella trazada en su arista por unos esquiadores que bajaron poco antes que nosotros. Ademas de los Picos de Europa y toda la cordillera a nuestra espalda y toda Cantabria al otro lado de la arista. Aunque me hubiera gustado quedarme arriba mas tiempo para disfrutar el momento nos apresuramos en bajar, ya que en cuanto el sol se escondiera la suave nieve primavera se convertiría en una incomoda costra. Buena bajada disfrutando de la nieve reciente templada al sol que dejamos bien firmada. Esquiamos hasta el punto bajo de la pista, donde paramos a poner pieles para en vez de volver hasta San Mames remando por la huella, subiríamos hasta un colladito en un contrafuerte del Cueto Cucon a unos 1600m que nos serviría de "lanzadera" para llegar lo mas cerca posible de San Mames esquiando. Santi se encargo de trazar la huella mientras que Victor y yo íbamos algo mas retrasados subiendo poco a poco y disfrutando de las ultimas luces del día. Cuando llegamos al collado Santi que esta como un toro había aprovechado a subir hasta la cumbre, nos preparamos y nos juntamos de nuevo en mitad de la pala del Cucon, que ya estaba en sombra y encostrada, así que desde allí frontales y poco a poco a perder metros de desnivel. Al llegar a la pista ya era completamente de noche así que a la luz de los frontales apuramos la nieve todo lo que pudimos y porteamos el resto del camino hasta el coche, Todavía nos quedaba un laaaargo camino de vuelta a casa desde Polaciones pero lo haríamos con una sonrisa de oreja a oreja por lo bien que habíamos aprovechado la tarde del viernes!!!
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