Pero al abrir el ojo nos llevamos una grata sorpresa, hacia sol!y viendo un par de webcams parecía que en la montaña también así que a toda prisa preparamos las cosas y marchamos pitando hacia Estacas de Trueba otra vez. Ya contábamos con que el tiempo cambiaría y muy posiblemente arreciara el viento sur acompañado de lluvia así que apostamos de nuevo por las montañas pasiegas, que tan buen sabor de boca nos habían dejado el día anterior, y que en caso de que cambiara el tiempo estaríamos algo mas protegidos.
Saliendo de Santander hacia un día increíble sol, cielo azul y ni gota de viento, ademas de una temperatura muy agradable, aunque por el oeste ya se empezaban a vislumbrar los primeros síntomas de cambio, con algunas nubes entrando por los picos y Campoo. Aun así el Castro Valnera y todo su macizo seguía despejado.
Condujimos hasta Ontaneda y giramos hacia la Vega de Pas bajo un sol primaveral de los que pican, pero al llegar a lo alto del puerto las nubes comenzaban a colarse desde el norte de Burgos. Aun así hacia una temperatura fresca pero agradable y aunque habían algunas nubes altas aun gozábamos de buena visibilidad.
Un día mas decidimos no intentar atacar al Castro, dejándolo para un día de condiciones mas estables, y nos decidimos por explorar el, desconocido para nosotros, valle que separa Peña Negra de la Cubada Grande.
Dejamos el coche junto al Puente de los Atrancos, en el km 20.500 de la carretera, sobre el rió Trueba y caminando unos metros por una pista llegamos a la nieve, donde nos pusimos los esquís y ya no nos les tuvimos que quitar en toda la excursión.
Pasamos junto a unas cabañas en las que nos cruzamos con un grupo de excursionistas y continuamos sobre la margen oeste de este pequeño vallejo.
Aunque la idea inicial era continuar por este valle a media ladera hasta el collado que separa Peña Negra del Castro al final decidimos intentar atacar Peña Negra desde su cara sur directamente asi que en vez de continuar el flanqueo comenzamos a ganar altura lateralmente para que la ultima subida se nos hiciera mas corta.
Aquí fue cuando nos dimos cuenta de que nos estaban observando...
El observador se fue hacia la cara norte y nosotros para intentar volverlo a ver nos asomamos dando vista a la zona del puerto de Estacas y de las notas del pardo, donde estuvimos la tarde anterior, pero ni rastro del raposu
La ascensión continuaba por grandes palas de nieve hasta alcanzar una pequeña brecha que nos situaba en un rellano.
Desde este rellano tras unas zetas nos encontramos debajo de la cima, que rodeamos hacia el sureste donde la pendiente era menor hasta alcanzar la cumbre de Peña Negra de 1509m.
En otras condiciones esta cima ofrece una esplendidas vistas sobre los valles pasiegos pero hoy, las nubes que se mantenían amenazantes desde primera hora habían llegado para quedarse, trayendo consigo las primeras gotas de lluvia así que de nuevo nos enfundamos en los ponchos de peregrinos y comenzamos el descenso sobre una nieve primavera esplendida, algo húmeda por las gotas que caían pero rápida y fácil de esquiar, muy divertida.
Descendimos buscando los mejores pasos directamente por la cara sur
Hasta alcanzar de nuevo el valle por el que habíamos subido
Y finalmente sin quitarnos los esquís...
llegamos al coche en el momento justo que empezaba a llover en forma con el tiempo suficiente para bajar a casa a comer, otro gran día!
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